La Ciencia de la Vida

La mente debe escuchar al cuerpo, y el cuerpo a la mente. Eso parece querer decir la sabiduría holística, la que cree que el cuerpo humano es un sistema en el que todas sus partes (emociones, procesos corporales, ideas) van a una, y unas influyen en las otras. Entre las disciplinas que se basan en esta sinergia, una de las más antiguas - tiene unos 7.000 años- es el ayurveda, nacido en India. Su etimología da una idea muy clara de su objetivo: ayur significa vida en sánscrito; veda quiere decir conocimiento.Por tanto, ayurveda es la ciencia de la vida: más que un remedio médico consiste en una propuesta de existencia equilibrada. El ayurveda se sirve de la información que provee la constitución mental y física de cada persona. Para ello, establece tres tipos de energía o doshas.En cada individuo, aunque nace con una constitución única en el mundo, prevalece una de las tres, y lo normal es que se combinen dos. Estudiando las características de cada persona, el terapeuta elabora una guía de estilo de vida en la que la dieta tendrá una importancia clave. No hay que estar enfermo para recurrir al ayurveda: el que está sano puede mantener su salud por más tiempo y además se hace consciente de su configuración personal. El paciente con molestias concretas puede recibir directrices para mejorar su situación, siempre desde la tranquilidad de una medicina completamente natural que respeta a la persona y a la naturaleza,  los cambios estacionales, el ejercicio moderado, las instrucciones acerca del sueño y de la sexualidad, el trabajo sin estrés,l el replanteamiento de las rutinas cotidianas, un preparado de hierbas medicinales y un corazón abierto a la alegría. En Occidente, y sobre todo en Estados Unidos, el ayurveda ha tenido mucha aceptación entre pacientes de más de 50 años por su efectividad para una menopausia y andropausia gratas y una mayor longevidad con calidad de vida. Otra de sus aplicaciones populares es la cosmética, con tratamientos para frenar el envejecimiento prematuro y embellecer la piel. El ayurveda no se opone a la medicina convencional, sino que la complementa y perfecciona, y viceversa. Hasta el punto de que está reconocido por la Organización Mundial de la Salud desde 1978 como la más importante medicina alternativa del mundo por su valor terapéutico.

Fuente: https://www.lavanguardia.es/free/edicionimpresa/res/20080630/53492090525.html