Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)

Para tratar a los pacientes con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) no basta con recetar medicamentos, aunque estos sean muy eficaces (y lo son, cuando están bien prescritos). En esta línea veo la reciente noticia, publicada el pasado martes de 13 de mayo de que el Consell Interuniversitari de Catalunya (CIC) ha pactado con la secretaría de las pruebas de acceso a la universidad (PAU) para que el alumnado afecto de TDAH - y también para los que presenten dislexia- tengan mejores condiciones a la hora de realizar sus exámenes: más tiempo para hacer las pruebas, mejor situación en las aulas para evitar distracciones, etcétera.

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Es un éxito que se apuntan las instituciones que laboran en pro de estos pacientes y, entre ellas, la Fundación Adana, veterana experta en TDAH, con sede en la ciudad de Barcelona y liderada por su presidenta Isabel Rubió, que hace ya algún tiempo remitió un documento al Departament d´Educació en el que se detallaban las dificultades a las que se enfrentan estos alumnos, proponiendo una selectividad acorde a sus necesidades. Desde hace años, los profesionales de la salud mental que atendemos a estos niños insistimos en su tratamiento multimodal o multifactorial (pedagógico, psicológico, psiquiátrico, social), sin descartar otras opciones complementarias, como son determinadas dietas excluyentes, aporte de suplementos dietéticos... que en algunos casos han demostrado su eficacia coadyuvante a la medicación o han permitido mejorías sin tratamiento farmacológico.

Al respecto, no me consta que mi amigo y prestigioso colega neoyorquino Luis Rojas Marcos tomara medicación en su infancia para el TDAH (tampoco la había entonces), ni yo que recuerde tampoco tomé nada.

Font: https://www.lavanguardia.es/premium/publica/publica?COMPID=53466507312&ID_PAGINA=22919&ID_FORMATO=9&turbourl=false